Hoy me he dado cuenta de que cuando algo no funciona mejor es dejar que el tiempo pase y que el destino venga por si solo. Y es que la vida es un no parar continuo, una carretera concurrida donde todo el tráfico se condensa, los coches se apilan, el nerviosismo fluye y todo el mundo lleva prisa. Pero yo me he cansado de correr.
No hay por qué correr, a menudo sale mal, un abrazo
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ResponderEliminarme respondes a munekitacat@gmail.com
besos
Catherine