Mirar desde fuera.

Ver como todo el mundo a tu alrededor se hace mayor y tú aún sigues esperando que pase la casualidad de tu vida.

Noches de brujas.

"-¿Tienes lo que quiero?, ¿lo que necesito? pues lo que quiero es un polvo, lo que necesito es un polvo, es lo único que necesito."

 Sexo en Nueva York.

 Porque para las noches de este fin de semana no espero nada más, no quiero nada más, no me da la gana. Se terminaron los dolores de cabeza, el sufrir por que sí y las noches en vela. Bueno, las noches en vela no, de esas voy a tener varias este puente.

Porque cuando encuentras a un hombre fantástico, con un cuerpo increíble y una sonrisa perfecta que no puede complicarse la vida ¿para que lo vas a hacer tú?

Ganas de estudiar 0 y descendiendo...

En estos momentos debería encontrarme envuelta en libros estudiando lo que será mi examen de mañana. Creo que puedo decir, afirmo, que hoy he hecho de todo menos estudiar. Salí ha recoger una chaqueta del tinte, fui a tomarme un café con una amiga, volví a casa y di un repaso a las redes sociales, estuve corriendo 45 minutos con este calor que hace todavía, hice las tareas de la casa, me he dado un baño de una hora y ¡voilà! aquí estoy sentada ante el ordenador otra vez.
Será porque hoy me encuentro como el día que ni así ni asá... Y es que esto de ser estudiante es muy bonito dependiendo del punto por que se mire, que su trabajo cuesta, y el día que el intelecto no está demasiado despierto...

Y es que en mi mente es lo mismo lo que da la vuelta a todas horas, ese tira y afloja que no me da chance ni los días de exámenes. No puedo dejar de mirar atrás y evocar esos viejos recuerdos ya tantas veces usados y las esperanzas que los acompañan, que a día de hoy, continúan alimentando mi alma, esta que vive de sueños y retales del pasado.

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Desdén.

Me preguntaste que cómo podía tener miedo a estas alturas. Mi respuesta es sencilla, yo tuve miedo, tengo miedo ahora y pienso seguir teniendo miedo de aquí en adelante.
Son mis temores infantiles los que me impulsan a hacer locuras de vez en cuando y a la vez los que tiran de mi, fue uno de esos miedos el que no me dejó terminar lo que había comenzado cuando te conocí...

Y no me arrepiento.

Fumar, fumar y...

tomar café.


"Hay cosas que sólo pueden verse entre las tinieblas"

Y cuando la decisión está tomada...

Ahora llega el momento en el que te preguntas si has hecho lo correcto. Después de cuatro meses dejando que te den cariño "a ratos" esperando que surja algo más, que aparezca la magia. Tras varias conversaciones esperanzadoras, dando tiempo a esa persona, intentando crear algo sobre unos cimientos de papel. Sólo el intentar pensar que soportarían el peso dejaba que la sonrisa apareciera cada mañana en mi rostro. Soy impaciente, quería respuestas y tomé la decisión. La determinación de dejar las cosas claras de una vez, decirle mirándole a los ojos que yo sentía algo más y soportar su expresión, ver como se compadecía de mí y a la vez me decía que tras su última ruptura necesitaría mucho tiempo para poder estar realmente con otra persona. Al menos fue sincero...
Me siento orgullosa de mi misma, fui capaz de decirle mirándole directamente que se había terminado, que yo no podía seguir conformándome con las migajas que me ofrecía, le besé en los labios como despedida y me dí la vuelta. Ahí fue cuando la lágrima resbaló por mi mejilla, pero él no lo vio, no pudo verme llorar y eso me enorgullece.

Hay momentos fugaces en los que me pregunto si he hecho lo correcto o si quizá debería haber esperado y si hubiese sido mejor darle tiempo, hay otros en los que creo que tendría que haberlo hecho antes y haber sentido menos...

En las relaciones, como en el juego, el que no arriesga no gana. No es una apuesta segura y a mí en esta ocasión me tocó perder.

Indecisión.

"Mi ,soledad y yo nos llevamos bien, no necesitamos que venga la soledad de otro y nos dé por saco."
Tensión sexual no resuelta

Fácil.

Fácil sería dejarnos llevar por nuestros instintos y no permitir que los sentimientos afloren.

Proposiciones...

Día 1 del mes de octubre. Llegar el viernes a casa, soltar las maletas y salir corriendo a por una cerveza bien fresquita que acaba convirtiendose en siete u ocho con buena compañía, entre risas, "contando mentiras" como dicen ellos. Como de costumbre yo la única chica, y nos dan las doce de la noche, me había sentado en el bar a las siete de la tarde. Sales corriendo, te duchas y más que cenar engulles para que te de tiempo a estar a las doce y media de la noche que has quedado para ir a dar una vuelta al pueblo de al lado, que sí, que seguimos con las fiestas, todavía no se ha terminado del todo el verano.
Llego tarde -ya es algo normal- y no me toca conducir (¡BIEEEN!), bebí, bebí mucho y llegué a las 6:30 de la mañana... Hoy tengo una resaca terrible, se les acabó el Ballantines ¡que malo es mezclar!


Hoy me he propuesto no beber tanto, que mañana es domingo y toca pensar y organizar la semana.

Pero nos quedarán las miradas, las risas, los buenos amigos y nada que no se pueda curar con ibuprofeno y mucha agua, que hay que estar a tope, hoy toca más y mejor, siempre mejor.