.

.
.
.
.
.
.
.

lunes, 12 de abril de 2010

Atracción


Miro a sus ojos e intento descifrar sus pensamientos. Sus facciones no me dicen nada, está ausente. ¿Será verdad eso que dicen y los hombres no piensan? No reparo en esa estúpida pregunta, sólo intento barajar todas las posibilidades. De repente se levanta, camina hacia la salida. La noche tiene un sabor amargo y finjo que la mezcla de música ratonera y la condensación de humo está haciendo estragos en mi persona, disimuladamente le sigo. Una vez en la calle parece que la fría noche despeja su mente, su aspecto en parte tiene mejor apariencia. Finjo no verle y prendo uno de mis cigarrillos, siento como su mirada me recorre de arriba abajo y repara un segundo en mi mano. Sin darle tiempo le ofrezco uno, acepta. Comenzamos a charlar. Conversaciones banales, simples, carentes de interés. Nada importa, No buscamos palabras inteligentes, realmente nada es importante, ya quedaron atrás las insinuaciones. No es amor, no es amistad. Olvídalo todo, déjate guiar por los sentimientos más primitivos. La necesidad nos la impone la cercanía, al igual que los imanes se atraen nosotros estamos destinados adherirnos sin intentar poner resistencia.

5 comentarios:

  1. La atracción es lo suficientemente importante por ella misma, saludos

    ResponderEliminar
  2. Buen inicio de blog, enhorabuela con él.

    Por cierto, eres bienvenida en el mío cuando quieras.

    Saluditos.

    ResponderEliminar
  3. A veces es mejor no buscar una explicación... porque, sencillamente, no la tiene.

    Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  4. No siempre los encuentros casuales son casuales, siempre buscamos y encontramos, o topamos con aquello que nos atrae.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Qué decirte Sophía de la vida, si supiese más que lo que rozo con palabra y pensamiento... A veces lo que no se piensa resulta lógico, triste también, pero siempre real.

    Un saludo y ánimo en este mar de incomprensión ;)

    ResponderEliminar